
Sinto que o tempo parou!
Sais em silêncio. Ironia! Surpreendeste-me!
O que sempre me incomodou em ti foram os teus barulhos. Fica o caminho sinuoso que nos trouxe até aqui.
Tudo o demais reflexos de um rosto que deposita as desilusões aos infinitos pés da verdade.
A vida despede-se de um momento para saudar outro.
Cansaço!
Mais uma vez o dramatismo do fim de linha e o peso de todos os inícios.
A minha saudade saúda-te, como que num processo automático de despedida.
Vou ficar aqui até que a tua sombra desapareça no horizonte e dessa forma tenha a tua altura.
Sairei quando me cansar de apreciar o momento em que, pela primeira vez, em silêncio conseguiste ser honesto.
Pensávamos que tínhamos todo o tempo do mundo, e de repente anoiteceu.
De te sonhar cheguei até aqui!
De te amar, por nada ter, te deixo ir!
Partirei!
Agora tenho tempo!
Irei até onde o meu corpo toque, em infinitos já me perdi o suficiente.
Hoje é dia de festa!
Todos os meus fantasmas voltam a vestir o fato da celebração e divertem-se debaixo das árvores despidas de folhas que sucumbiram ao Outono da tua genuína indiferença.
Não entro no exaspero das lágrimas!
É dia de festa, alegro-me!
Alegro-me porque o meu fracasso em ti constrói-me, o teu em mim, é mera consequência de quem és
02-12-2010
Muere lentamente
ResponderEliminarquien se transforma
en esclavo del hábito,
repitiendo
todos los días
los mismos trayectos.
Quien no cambia de marca,
no arriesga vestir
un color nuevo
y no le habla
a quien no conoce
Muere lentamente
quien hace
de la televisión su gurú.
Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere
el negro sobre blanco
y los puntos sobre las “íes”
a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan
el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos
y sentimientos.
Muere lentamente
quien no voltea la mesa
cuando está infeliz
en el trabajo,
quien no arriesga
lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite
por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente
quién deja escapar un posible amor,
con tal de no hacer el esfuerzo
de hacer que éste crezca.
Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra
gracia en si mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose
de su mala suerte
o de la lluvia incesante.
Muere lentamente,
quien abandonando
un proyecto
antes de empezarlo,
el que no pregunta
acerca de un asunto
que desconoce
o no responde
cuando le indagan
sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte
en suaves cuotas,
recordando siempre
que estar vivo
exige un esfuerzo
mucho mayor
que el simple hecho
de respirar.
Solamente
la ardiente paciencia
hará que conquistemos
una espléndida felicidad.
Pablo Neruda